Los ganglios forman parte del sistema inmune, aunque están también relacionados con el linfático, un sistema similar al sistema circulatorio por el que circula la linfa. Ésta, está constituida generalmente por el agua que les sobra a las células, aunque también contiene otras sustancias como grasas, proteínas, células del sistema inmune, etc. En los casos de infección, los gérmenes, que suelen ser generalmente bacterias o virus, pueden ser también transportados a través de la linfa por el organismo, pueden circular por la sangre, o bien quedarse en los tejidos.
En el caso de los que pasan a la linfa, recorren todo este sistema, incluidos los ganglios. Éstos son puntos de control que actúan como un filtro, donde generalmente se retienen los organismos que nos dañan, pues, como he dicho antes, forman parte del sistema inmune y una de sus funciones consiste precisamente en esto: retener a los microorganismos perjudiciales hasta que lleguen las células del sistema inmune que puedan destruirlo. Estas células pueden ser de varios tipos, aunque las más avanzadas y específicas son los linfocitos, los cuales, como hemos dicho antes, suelen estar circulando por el sistema linfático.
Pues bien, los ganglios están repartidos por todo el cuerpo en forma de pequeños racimos, unos a continuación de otros. Son pequeñas bolitas que cuentan con una válvula, la cual, en los casos de infección, se cierra cuando el patógeno llega hasta allí. Así, se consigue que quede retenido hasta que los linfocitos (que se encuentran circulando por el organismo) hagan su aparición. Durante ese tiempo, gran parte la linfa que debería salir del ganglio y seguir circulando por el organismo queda retenida debido al cierre de la válvula. Por suerte, existen unas pequeñas cavidades que se pueden llenar de esa linfa, aumentando el tamaño del ganglio. De ahí que, en las infecciones del sistema respiratorio, los ganglios del cuello se hinchen, ya que los patógenos andan rondando por ahí.
Y hasta aquí la explicación de hoy. No sé si ha quedado muy claro, he perdido algo de práctica, pero espero ponerme al día pronto. ¡Gracias por la visita!
Pues bien, los ganglios están repartidos por todo el cuerpo en forma de pequeños racimos, unos a continuación de otros. Son pequeñas bolitas que cuentan con una válvula, la cual, en los casos de infección, se cierra cuando el patógeno llega hasta allí. Así, se consigue que quede retenido hasta que los linfocitos (que se encuentran circulando por el organismo) hagan su aparición. Durante ese tiempo, gran parte la linfa que debería salir del ganglio y seguir circulando por el organismo queda retenida debido al cierre de la válvula. Por suerte, existen unas pequeñas cavidades que se pueden llenar de esa linfa, aumentando el tamaño del ganglio. De ahí que, en las infecciones del sistema respiratorio, los ganglios del cuello se hinchen, ya que los patógenos andan rondando por ahí.
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